Desde San Miguel de Allende, Gto.
Desde que la manejamos por primera vez como candidato a World Car of the Year, han pasado dos años. Entre pandemias, cadenas de suministro rotas, crisis de microchips y logística marítima, es hasta ahora que llega a México. Pero siendo honestos, y sin importar el retraso, su llegada es una muy buena noticia, pues la evolución respecto a la generación anterior es espectacular.
A pesar de que comparte plataforma con su prima Nissan X-Trail, la perspectiva diseño exterior es completamente diferente, y sólo al interior encontraremos algunas similitudes. Hay mucha flexibilidad en espacios de carga, incluso con la integración de una tercera fila de asientos. Destaca un cuadro de instrumentos digital, pantalla de infoentretenimiento con CarPlay y Android Auto, cargador inalámbrico y un completo grupo de asistencias de seguridad activa con 11 bolsas de aire.

Bajo el cofre, la tecnología de Mitsubishi Outlander PHEV continúa en la misma línea que generaciones anteriores, pero ahora integra un nuevo tren motor híbrido que combina un motor de combustión interna de 2.4 litros y dos motores eléctricos, uno por cada eje. En total suman 248 hp. La ventaja de la batería de 20 kWh es que ahora tiene una autonomía 100% eléctrica de hasta 60 km y una autonomía combinada entre los 650 y 700 km.
Destacan los siete diferentes modos de manejo, el nivel de potencia de los tres motores y el sistema de tracción integral. La calidad de marcha es excepcional, la dirección suave pero precisa y los frenos, en conjunto con el frenado regenerativo de los motores eléctricos hace que sea súper fácil detener a este vehículo. Mitsubishi Outlander PHEV llegará en tres versiones con diferentes niveles de equipamiento lista para establecerse como uno de los referentes en el segmento de los SUV medianos de corte ecológico, donde cada vez más hay propositivas alternativas y rivales.